Para celebrar las mentes más brillantes del mundo se creó el Salón de la Fama de Inventores en 1973, para honrar aquellos investigadores quienes lograron mejorar la calidad de vida de todos en el planeta.
Esta semana se admitieron 15 nuevos nombres, sumándose a 500 pioneros que han revolucionado el mundo, entre los cuales se destacan dos nombres argentinos, quienes son los primeros latinos en tener este reconocimiento, además de destacarse en el área de la medicina.
Los dos nombres latinos de Argentina que son reconocidos por la organización son Miguel Ángel Ondetti, desde el 2007 y Julio Palmaz desde el 2006, quienes se destacaron en el mundo de la ciencia por:
Captopril
Este es un medicamento que se prescribe cuando se presenta un diagnóstico de hipertensión e insuficiencia cardíaca. También, este medicamento ayuda al paciente a sobrevivir luego de un ataque al corazón, en aquellos pacientes con deficiencias cardíacas.
Este medicamento permite la inhibición de la enzima convertidora de la angiotensina, al igual que disminuye sustancias químicas que oprimen los vasos sanguíneos, permitiendo que la sangre puede fluir sin problemas y para que el corazón pueda bombear de forma eficiente.
Miguel Ángel Ondetti, nacido en Argentina junto a David Cushman, quien durante el desarrollo de su carrera en Bristol-Myers Squibb, descubrió que el veneno de una serpiente brasileña podía inhibir la producción de angiotensina II.
Ellos lograron hacer una sintetización de la sustancia principal del veneno, para elaborar en 1974 el captotril, impulsando la investigación médica hacia la inhibición de las ECA.
Stent Intravascular
Un stent es un tubo fino y delgado a base de una malla de metal que ayuda a mantener una arteria abierta. Su procedimiento se hace a través de la implementación de este tubo en una arteria de su corazón que tiene acumulación de placa, la cual no es más que una acumulación de grasa y colesterol. El stent una vez dentro de la arteria permanece de por vida.
Julio Palmaz desarrollo esta idea desde 1978 y no fue hasta 1985 que ya tenía todo listo para su patente. En el 86 junto con Johnson & Johnson, lograron tener el primer stent aprobado para su uso en seres humanos, aprobándose en 1994 su implementación en las vías coronarias. Palmaz continua trabajando en el mejoramiento de este dispositivo.
Daniel Esgardo Rangel Barón señala que además de ser parte de la galería de los inventores, el primer stent se puede ver en el Museo de Historia Americana del Smithsonian, entre el área de inventos informáticos.