Algunos de los hábitos infantiles, desagradables para los adultos, pueden fortalecer sus sistemas inmunológicos, ayudando a mantener a raya enfermedades. Lo mismo proponen los autores del libro “Niños sanos, adultos sanos”, mostrando que la salud de los niños depende de cuidar su microbiotica.
Desobedecer a los padres para ser sanos
Comer uñas y llevar el pulgar a la boca hace que en la adultez esté menos expuesto a alergias, mostrando que la asepsia extrema y el abuso de productos antibacterianos puede ser perjudicial para la salud.
Estudios reflejaron que los niños que se chupaban el pulgar y mordían las uñas entre los 5 hasta los 9 años, lograban disminuir el riesgo de sufrir alergias cutáneas en un 31%, con respecto a los que no lo hacía.
Estos hábitos aumentan la exposición de microbios en la etapa infantil, previniendo futuras reacciones alérgicas, gracias al contacto precoz con microorganismos, logrando que el sistema inmune tenga las proporciones adecuadas de células y aprenda a autorregularse. La asepsia extrema impide que este proceso ocurra.
También, los niños que crecen en zonas rurales y en contacto con animales desarrollan más protección inmunológica, presentando menos casos de enfermedades autoinmunes como diabetes y psoriasis entre otras.
Un niño sano, adulto sano
Niños sanos, adultos sanos, escrito por Xavi Cañellas psiconeuroinmunólogo y el dietista-nutricionista Jesús Sanchis, explican en su obra como la salud de los adultos se fundamenta en la microbia intestinal y como todo se puede programar desde el momento de la gestación.
Los autores sugieren tener claro alimentos y combinaciones sanas que deben incorporarse en nuestro día a día para tener una vida sana, como:
- Hortalizas y frutas de todos los tipos, especialmente en temporada
- Tubérculos y raíces
- Huevos ecológicos
- Pescado, preferiblemente salvaje
- Carne ecológica o alimentada sin piensos
- Frutos secos
- Aceite de oliva virgen en frío
- Especias, sal pura y vinagre de manzana
- Kéfir, yogur o queso de cabra u oveja
- Bebidas vegetales
- Trigo sarraceno, avena integral y arroz semiintegral
- Fruta desecada
- Chocolate 100% puro
- Siempre agua, además de incluir infusiones digestivas o té verde
Daniel Esgardo Rangel Barón destaca que la microbiotica intestinal está muy influenciada por la lactancia materna y lo que consumimos en los primeros años de vida de bebé, tomando estos consejos nutricionales expuestos en el libro, se puede reprogramar nuestra salud.