La bipolaridad es un trastorno mental grave que afecta el pensamiento, la actitud y los sentimientos de
las personas que lo padecen. La característica principal de esta condición son
los extremos cambios de ánimo, sin embargo, también perjudica la racionalidad,
la memoria y concentración, el apetito y hasta el deseo sexual, dependiendo de
cada persona.
Los cambios de ánimo generados por el trastorno
bipolar consisten en periodos de hipomanía
y la depresión.
El primero consiste en una actitud maníaca más leve y prolongada, es decir, la
persona actúa de manera hiperactiva y eufórica, sobrevalora sus capacidades e
ignora los riesgos.
Estos episodios de hipomanía suelen ser seguidos de estados de depresión. La gravedad de estos
cambios de ánimos depende del tipo de bipolaridad que padezcan. La ciclotimia es la forma
menos grave de bipolaridad, seguida del tipo II y de tipo I, esta última es la
más peligrosa pues los episodios de hipomanía pueden durar hasta una semana.
Inestabilidad emocional
El trastorno bipolar puede traer severas consecuencias
en la persona, desde dejar su trabajo, dormir menos de cuatro horas diarias,
debido a su estado enérgico, y tomar decisiones peligrosas que afecten su vida.
Causas el trastorno bipolar
El padecimiento de esta condición suele estar vinculado
con factores genéticos. Entre el 80% y 90% de los casos la persona tiene
familiares con algún tipo de depresión. También puede ser causado por problemas
biológicos generados por un desequilibrio bioquímico que altere la producción
de hormonas o el funcionamiento de neurotransmisores.
Personas peligrosas e infelices
Comúnmente se cree que los bipolares son personas
peligrosas que pueden herir a terceros, pero diversas investigaciones han
comprobado que a pesar de que algunas veces actúan de forma impulsiva e
imprudente bajo un estado hipomaníaco, es poco probable que afecte a terceros,
pues suelen hacerse daño ellos mismos.