Una
colaboración entre científicos básicos y clínicos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, reveló una proteína que
promueve el crecimiento de pequeñas arterias que conducen a tejidos cardiacos
hambrientos de oxígeno en ratones.
Los
investigadores Kristy Red-Horse,
profesora asociada de Biología, y Joseph Woo, profesor de Cirugía Cardiotorácica, coinciden
que el crecimiento de estas nuevas arterias puede ayudar a curar el daño
causado por una
enfermedad cardiaca o un ataque cardiaco, o incluso ayudar a prevenir ese
daño.
Durante
el proceso, Woo observó que los pacientes con obstrucciones en las arterias
principales que alimentan al corazón, a menudo tienen resultados confusamente
diferentes. "Algunos pacientes poseen una obstrucción en una arteria
coronaria y mueren; otros tienen múltiples obstrucciones en diversas
áreas, pero pueden correr maratones".
La
diferencia, según Woo, puede ser que este segundo grupo de pacientes tenga
arterias colaterales, arterias
diminutas que evitan los bloqueos en las arterias
principales de los corazones y áreas de alimentación del corazón carentes de
oxígeno. "Son como las calles laterales que te permiten sortear un atasco
en la autopista", pone como ejemplo Woo. Estas arterias colaterales
podrían ayudar a las personas con arteriosclerosis o
que se están recuperando de un ataque cardiaco, excepto que las arterias
colaterales solo se ven en una minoría de pacientes.
En este
sentido, los expertos han descubierto cómo se forman estas arterias colaterales
y una molécula de señalización que promueve su crecimiento en ratones adultos,
ofreciendo la esperanza de que puedan inducirse para que crezcan en pacientes
humanos.
Los especialistas
destacan la importancia de realizarse un chequeo médico, de modo que los exámenes de detección temprana son
pruebas que se hacen para encontrar una enfermedad antes de que comiencen los
síntomas. El objetivo de la detección temprana es poder combatir la enfermedad
en su etapa más temprana y más tratable.