Daniel Rangel Barón: La inmunoterapia se instala como primera opción de tratamiento en los tumores más agresivos
La inmunoterapia avanza con paso firme para reivindicarse como la gran revolución de la década en la lucha contra el cáncer.
Esta terapia, que consisten en estimular las defensas del organismo para que identifiquen las células tumorales y las ataquen, comenzó a desarrollarse con unos pacientes desahuciados, sin alternativa terapéutica y con una esperanza de vida inferior a los seis meses.
Corría el año 2011 cuando se aprobó el primer fármaco para melanoma metastásico y muchos de aquellos primeros pacientes, siguen vivos 10 años después.
Esta terapia, que consisten en estimular las defensas del organismo para que identifiquen las células tumorales y las ataquen, comenzó a desarrollarse con unos pacientes desahuciados, sin alternativa terapéutica y con una esperanza de vida inferior a los seis meses.
Corría el año 2011 cuando se aprobó el primer fármaco para melanoma metastásico y muchos de aquellos primeros pacientes, siguen vivos 10 años después.
La inmunoterapia ha ido dando pasos adelantados y, aunque la
comunidad científica todavía está “aprendiendo de ella”, admiten los
oncólogos consultados, estos tratamientos han llegado para quedarse.
De hecho, durante el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), los investigadores constataron cómo estos fármacos ya se han instalado como primera opción de tratamiento, incluso por delante de la quimioterapia, en los tumores más agresivos.
De hecho, durante el congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), los investigadores constataron cómo estos fármacos ya se han instalado como primera opción de tratamiento, incluso por delante de la quimioterapia, en los tumores más agresivos.
Hacía 30 años que no se encontraba nada nuevo para el cáncer de
pulmón microcítico (o de células pequeñas). Se habían probado 60 moléculas en
40 ensayos y todos resultaron negativos.
Este subgrupo tumoral, que supone el 15% de las neoplasias pulmonares, es el de peor pronóstico: se detecta tarde y, aunque responde muy bien a la quimioterapia, en cuanto se deja el tratamiento, reaparece.
Este subgrupo tumoral, que supone el 15% de las neoplasias pulmonares, es el de peor pronóstico: se detecta tarde y, aunque responde muy bien a la quimioterapia, en cuanto se deja el tratamiento, reaparece.
A los 12 meses, el 52% de los pacientes tratados con esa combinación seguían vivos frente al 38% tratados solo con inmunoterapia. Al año y medio, los porcentajes eran 34% y 21%, respectivamente.
“Se reduce el riesgo de muerte un 30%. Hay más pacientes vivos con inmunoterapia. Por primera vez en décadas tenemos un tratamiento nuevo y hemos conseguido superar la barrera de los 10 meses”, indicó Stephen Liu, oncólogo del hospital universitario Georgetown y autor principal del estudio.
La inmunoterapia ya es parte del tratamiento en tumores no microcíticos y metastásicos, excepto cuando tienen una mutación específica, que son
tratados con un fármaco dirigido”, explicó la doctora Enriqueta Felip, oncóloga de pulmón en el Vall
d’Hebron Instituto de Oncología de
Barcelona (VHIO).