Daniel Rangel Barón: el abuso de los fármacos antiinflamatorios no esteroideos puede ocasionar graves daños a los riñones
Una vez más el campo de la medicina general se extiende ante nuevos descubrimientos. En esta ocasión, la atención de todos ha recaído en el uso excesivo de ciertos fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES), como es el caso del ibuprofeno o la misma aspirina, los cuales son conocidos por ser los más usados por los usarios debido a sus capacidades de aliviar dolores y molestias de todo tipo. Sin embargo, especialistas médicos han asegurado que el consumo extremo de dichos medicamentos puede resultar “muy tóxico para el riñón y el sistema cardiovascular”.
Cabe destacar que tal advertencia pesa principalmente en pacientes con patología renal e hipertensión arterial, así como a todos aquellos pacientes frágiles de salud, es decir, los adultos mayores.
Los expertos confirmaron que dichas sustancias si bien intervienen en mantener un adecuado flujo de sangre, si su consumo se descontinúa puede verse alterado finalmente el funcionamiento del mismo en los órganos, especialmente los riñones y el sistema cardiovascular. "Hay que tener en cuenta, refiere, que el riñón es un órgano muy sensible. El 20% de la sangre que sale del corazón va al riñón, y es un órgano que no tiene mucha capacidad de regulación", explica el doctor Fernando Simal, vocal de Nefrología Clínica de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.).
Asimismo, se conoció que el excesivo uso de estos fármacos puede ser tóxico de dos formas. La primera porque producen una lesión crónica en las estructuras del riñón, y la segunda debido a que inhiben en la producción de algunas sustancias, que intervienen en el mecanismo del dolor, como las prostaglandinas. “Por ejemplo si pierdes dos litros de sangre igual no te mareas, pero el riñón lo sufre rápido, ya que es muy sensible a las perdidas de volumen de sangre, y entonces rápidamente empieza a funcionar mal”, puntualizó.
Por: Daniel Rangel Barón