En principio los pies no tienen por qué
oler mal si se mantienen limpios y sanos. Pero, es totalmente cierto que muchos
pies huelen mal o muy mal. Un estudio realizado por la Universidad de
Barcelona reveló que estos olores en ocasiones pueden ser producidos
por algunos cambios hormonales, el estrés, la alimentación o la presencia de
hongos o de humedad, lo cual hace que se activen unas glándulas que hay en ellos
y que se llaman glándulas ecrinas y aprocrinas.
Estas glándulas ecrinas y aprocrinas se
tratan de glándulas sudoríparas, es decir, poros por los que el sudor sale al
exterior. Las mismas están en la piel de todo el cuerpo, no solo en los
pies. El líquido que segregan, el sudor, no huele mal, es inodoro, y está
formado por proteínas, ácidos grasos y esteroides.
Además, nuestra piel está totalmente
cubierta por bacterias. Y esas bacterias se alimentan de este líquido, de esas
proteínas, ácidos grasos y esteroides. Al consumir este elemento de nuestro
cuerpo, las bacterias inician una ruta metabólica, es decir una serie de reacciones químicas que a partir de los productos iniciales provocan
la aparición de otros compuestos.
Entre esos productos puede haber algunos
compuestos volátiles que son los que llegan a nuestra nariz, a nuestros
receptores olfativos que mandan una señal a nuestro cerebro, y eso es lo que
nos hace percibir un olor. Y en el caso de los pies, generalmente es malo.
Un compuesto volátil es
una molécula orgánica de bajo peso molecular y de bajo punto de ebullición.
Pero tienes que saber que no todos los compuestos volátiles tienen olor, por
eso decimos que algunos son activos y otros no son activos. Los que son activos
son los que percibimos como un olor.
Los compuestos volátiles activos más
habituales que se han identificado en los pies son: el ácido
isovalérico que tiene olor a queso, fecal, a fruta podrida, a rancio;
y otros ácidos de cadena corta como el ácido propanoico al que
se describe con olor a grasa, a rancio, a soja, a agrio y el ácido butírico que
tiene olor a mantequilla, a queso rancio y a ácido. Estos tres son los
principales compuestos que se han identificado en los pies.
Pero no son nuestras secreciones las que
los contienen, sino que son las bacterias presentes en los pies las que al
alimentarse de nuestro sudor segregan estos compuestos malolientes.
El que ocurra más habitualmente en los
pies se debe al tipo de bacterias que viven en ellos. Algunas de esas bacterias
aisladas en los pies son Brevibacterium linens y Bacillus subtilis que segregan estos compuestos. Por ejemplo, en
el codo no tenemos este tipo de bacterias así que no se generan esos compuestos
volátiles por lo que el codo no huele mal.
Aunque no ocurra en ciertas partes
del cuerpo como los codos, no sucede solo en los pies. También puede
aparecer mal olor en las axilas, en el cuero cabelludo, entre otros, y el mecanismo
porque el que aparece es el mismo que en los pies.