Según estadísticas de la Universidad de Princeton solo en Estados Unidos entre el 7% y el 15% de la fuerza de trabajo en los países industrializados participan en trabajo nocturno. La OMS considera que estos turnos pueden ser una causa de cáncer por interrupción de los ritmos circadianos, al mismo tiempo que puede producir otras enfermedades crónicas.
Reloj biológico interno
Para Russel Foster, experto en sueño en la Universidad de Oxford en Reino Unido: "Thomas Edison hizo posible con sus lamparillas invadir la noche a bajo costo", acortándole tiempo al sueño.
El reloj biológico está programado en función del mundo externo, al estar en exposición al ciclo de luz y oscuridad. Cuando se exponen a la luz natural brillantes en el regreso a sus hogares, se acomodan al patrón normal de día y noche.
Esto crea una constante rechazo al impulso biológico de su reloj que les dice que esta durmiendo. Lo más adecuado es esconderse a la luz del día, para dormir como si fuera el tiempo de descanso.
Ignorar el reloj activa lo que se conoce el "eje del estrés", una reacción que se activa de lucha y huida, esto significa que aunque solo estemos trabajando, el cuerpo:
- Aumenta la presión sanguínea
- Se coloca en estado de alerta preparándose para una potencial amenaza.
Efectos negativos
Estas situaciones prolongadas de estrés pueden dar lugar a enfermedades crónicas, como la diabetes a causa de anomalías metabólicas, enfermedades coronarias hasta en un 40% más de la media e inhibir el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de padecer de cáncer colorrectal y de mama.
Esto se relaciona con la producción de melatonina hormona que regula el reloj biológico durante la noche, en el cerebro. También, es factible que el no descansar lo suficiente durante el día, el sistema inmunológico se debilita, haciéndolos vulnerables a diferentes patologías
Los efectos más obvios al trabajar en turnos de la noche, se podrían considerar:
- Sentirse cansado
- Entender de forma errónea la información
- No ser capaz de comprender los signos de comportamiento no verbal de los demás
- Pérdida de empatía
En una reciente investigación del Hospital de Brigham y de Mujeres de Boston, los horarios invertidos también pueden elevar la presión arterial. Los porcentajes de riesgo aumentan en la medida que la persona tenga más tiempo trabajando de noche. Igualmente, pueden aparecer problemas de depresión, obesidad y accidentes laborales.
Además de la diabetes tipo 2, se han presentado casos de dispepsia, acidez o dolor estomacal, ya que estos turnos supone alterar los horarios de comidas o saltárselas directamente.
La calidad de vida del trabajador también se puede resentir, impactando en lo social y familiar causando una reducción en cuanto a la interacción. Los empleados nocturnos tienen la mayor tasa de divorcio que supera el 50%.