Recientes estudios de la Universidad de Wisconsin cada vez se acercan más a responder todas las interrogantes acerca del virus Zika, que ha producido una alerta de salud pública por la OMS.
Los Investigadores de la Universidad
de Wisconsin han publicado un estudio
en donde arrojan más luces de la permanencia y reincidencia del
virus Zika en el cuerpo humano.
Un virus con sintomatología nueva
Además de estudiar la infección producida por
el mosquito Aedes aegyptus para prevenir las complicaciones generadas por su contagio, está lo
relacionado con el tiempo de permanencia del virus en el cuerpo y sus consecuencias colaterales.
Siguen los estudios para determinar la permanencia del Zika |
Según estudios recientes, el virus tiene una permanencia en la sangre activo por
hasta 10 días y hasta 17 en la orina y la saliva, con
tendencia a desaparecer y no reincidir incluso si los grupos de
estudios volvían a ser infectados por el virus.
El brote del virus del Zika en
Latinoamérica causó mucha expectativa y preocupación por cuanto se desconocía de su evolución, permanencia y
reincidencia en el organismo. Los grupos
de control mostraban una protección completa hacia el Zika y era posible reflejar niveles cero de infección.
Evidenciando de forma contundente que la infección inicial puede proporcionar
protección ante la reinfección de otra cepa, lo que se desconoce es el tiempo
que duraría esta protección.
Con la cepa asiática que está circulando en
gran parte de América, generando graves defectos de nacimiento como la
microcefalia y el desorden del sistema inmune
que ataca a las células nerviosas llamado Guillain-Barré, arrojando cifras fatales por el
contagio de esta enfermedad.
Debido a lo novedoso de los estudios a ciencia cierta se conoce que
hasta un
mes las personas están totalmente protegidas de volver a presentar los síntomas del
virus, en el caso de una nueva infección.
La microcefalia y otras
malformaciones
Recomiendan la serología para detectar afecciones cerebrales |
En la revista The Lancet pueden encontrarse los resultados de nuevos estudios de
Atlanta donde se recomienda que deben buscarse otros síntomas sobre las anomalías a nivel del cerebro mediante ecografías y
no limitarse a la medición de la circunferencia craneal.
Algunos exámenes cerebrales con ultrasonidos mostraron
calcificaciones típicas de la infección congénita producida por el virus. Recomiendan
mejorar los métodos de detección por la sangre con el uso de la serología.
Con respecto a la permanencia de la infección
en las mujeres embarazadas, se ha descubierto que puede permanecer más tiempo en el
cuerpo. Sin
embargo, no hay datos conclusivos sobre lo que determina esta duración de la
infección en los fluidos corporales.