Sea poco o mucho, el sueño puede afectar los niveles de insulina aumentando los riesgos de aparición de la diabetes.
Dormir es parte fundamental del proceso de recuperación de energías que necesita el cuerpo humano diariamente en todas sus
funciones fisiológicas.
Existen personas que pueden vivir sin dormir más de cuatro horas,
luego de estudio de neurología en la Universidad de California en San
Francisco, se descubrió un raro gen que permitía que la persona pudiera reponerse
con cuatro horas de sueño.
Esto ocurre en 1 de cada 1000 personas. Uno de los ejemplos más emblemáticos fue la primera ministra británica Margaret Thatcher quien podía perfectamente funcionar con pocas horas de sueño.
La insulina y el sueño
Los hombres son los
únicos que ven afectados en la producción
de la insulina cuando su proceso de recuperación mediante
el sueño
excede o carece de las ocho horas diarias, que necesita el cuerpo normalmente.
El varón se ve afectado en una menor respuesta de las
células originando una
menor capacidad de captación de la glucosa. Esta es la razón
por la que aumenta el riesgo de padecer
diabetes.
En cambio, a las mujeres ocurrió lo contrario en el estudio, había
una mejor respuesta en los procesos celulares pancreáticos.
El estudio fue realizado en personas completamente sanas y los
dispositivos de medición fueron de alta precisión.
La duración del sueño ha disminuido hasta dos horas en las últimas
cinco décadas, lo que podría ser tomada en cuenta como un factor de aumento en
la incidencia de esta enfermedad. Es
evidente que el sueño tiene un efecto importante en
la metabolización de la glucosa.
La falta de sueño afecta más de lo que se piensa
La falta de sueño afecta en el buen funcionamiento del
cuerpo en todos los
aspectos. Tiene un efecto considerable en los cambios de humor y disminuye
nuestra capacidad de respuesta inteligente en las emociones.
Foto: revistasumma.com |
Esto ocurre en 1 de cada 1000 personas. Uno de los ejemplos más emblemáticos fue la primera ministra británica Margaret Thatcher quien podía perfectamente funcionar con pocas horas de sueño.
Algunas empresas han establecido
recompensas a sus empleados para aquel que logrará dormir más de siete horas. Se ha
descubierto que la falta de sueño afecta
considerablemente la productividad
del individuo con respecto a su actividad profesional.
Grandes directores de compañías han vencido al mito que para ser
exitoso debes dormir poco y han establecido políticas para
que sus empleados tengan un descanso saludable.