España posee la tasa de donación de órganos más alta del mundo en los últimos 24 años, logrando, en 2016, una tasa de 43,3 por cada millón de personas, según el Registro Mundial de Transplantes. Actualmente, se sugiere que tener una edad avanzada no es impedimento para ayudar a alguien.
Más trasplantes, menos órganos
La Organización Nacional de Trasplantes estima que al menos 10% de los receptores mueren antes de poder recibir un órgano. El modelo español en cuanto a su funcionamiento, ha sido destacado como un modelo mundial a seguir, el cual ha comenzado a ser implementado en diversas partes del mundo.
Para convertirse en donantes de órganos basta con tomar la decisión y hacer partícipes a los más allegados, quienes serán los primeros consultados ante la posibilidad de donar órganos y tejidos tras la muerte. De esta forma, se respeta su voluntad.
Otras formas es a través del uso de identificativos que son llevados en sus billeteras, donde se manifiesta la voluntad de donar. En España, fueron más allá, lanzando una app en los dispositivos móviles, descargando un carnet en formato PDF, haciéndola efectiva a través de la Web Eres Perfecto para Otros.
Las donaciones se realizan siempre de forma altruista y están cubiertas económicamente por Sistema Nacional de Salud.
No hay edad para donar y recibir órganos
Es muy extraño que consideren a personas mayores para que puedan ser donantes. En Estados Unidos en el 2015, sólo 618 donantes fueron mayores de 65 años.
Existen muchas políticas y prácticas en este país que imponen un límite de edad, así como regulaciones federales estrictas en cuanto a los malos resultados que pueden ocurrir en una intervención de este tipo, cuya consecuencia recae considerablemente en el número de trasplantes que pueden realizarse.
Al noroeste de Italia, en Torino, investigadores presentaron los resultados de sus estudios en los que advierten que no se deben excluir a los adultos mayores por su edad, especialmente cuando se trate en un trasplante de riñón.
En un estudio realizado a 650 riñones trasplantados de donantes fallecidos en un tiempo de 10 años, con una edad comprendida entre 50 y 80 años, descubrieron la supervivencia y funcionalidad del paciente fue alta y robusta, incluso en aquellos casos que los donantes eran muy mayores.
Con este nuevo estudio, y tras la inversión de millones de dólares, quedó sentado esta posibilidad, Daniel Rangel Barón indica que, aunque es un estudio de un solo centro, deja claro que los donantes ancianos pueden ser una fuente válida de órganos.