A 19 atletas se les hizo la siguiente pregunta: “¿Qué prefieres, 10 euros ahora o 100 euros dentro de 10 meses?” Todos prefirieron la primera opción cuando en realidad la segunda era la respuesta ideal. Según un estudio en el que participó Bastien Blain y que fue publicado en la revista Current Biology , se pone en relieve el impacto que tiene el deporte de alto nivel en el cerebro de un atleta. Un deportista que se prepara para unos Juegos Olímpicos tiene que cuidar de su cuerpo: estirarlo, beber agua, comer proteína y dormir las horas necesarias para lograr su mejor rendimiento. Pero su cerebro también es víctima del ejercicio. Las células del órgano no salen inmunes. La actividad de la región responsable de la toma de decisiones disminuye y altera el comportamiento del atleta. Deporte y actividad cerebral Diversos investigadores del Instituto Nacional de Deporte, Experiencia y Rendimiento francés (Insep) ...